Historia de la Brujería




Publicado anteriormente en el número 41 de la revista LÍDER (Mayo de 1994)

Cuando pensamos en brujas y brujería seguramente aparece en nuestra mente la escena del acto primero de Macbeth: tres viejas arpías, desdentadas y chismosas, lanzando conjuros y maldiciones alrededor de un caldero humeante, donde se cuece un líquido viscoso y maloliente. Esta es, al menos, la historia que nos quieren hacer creer. Sería interesante no olvidar que es una imagen difundida por la Iglesia, la gran enemiga de la Brujería. Si pudiéramos ver por dentro algunos de los conventículos brujeriles que funcionan hoy en día, posiblemente nos sorprenderíamos...


¿Cómo, lector? ¿Se sorprende? Pues sí, ha leído bien. Hemos escrito hoy en día. Y es que la brujería no ha muerto, ni mucho menos. Al contrario, goza de una excelente salud, gracias.



Los Orígenes.

Los estudiosos coinciden en afirmar que los orígenes del Culto (mal llamado brujería por los paganos cristianos) se remontan a tiempos prehistóricos, cuando el hombre veneraba el cielo y la luna, las estrellas, el sexo y los antepasados. Todo poseía un espíritu, un alma que podía ser benevolente u hostil según las circunstancias. Dos grandes ideas o concepciones de la divinidad se hicieron comunes en todas las religiones: una de ellas sería la referente a la creación de Vida, la otra sería el miedo a la Muerte. Este miedo generó la necesidad de creer en una vida más allá de la muerte, y con ella se personificó un dios tenebroso, masculino, señor de la guerra y de la muerte. El Dios Cornudo pintado en la cueva de Ariège en Francia, el Lug de los celtas, el Pan griego, el Satanás de los cristianos. Y con él nació una representación femenina, diosa de la fecundidad, fuerza creadora y regeneradora. La Afrodita griega, la Asarté fenicia, la Ma frigia. La compañera del Cornudo, que se aparea con él para dar forma al mundo. Eros y Tánatos. Durante el Paleolítico la figura del macho predominó sobre la diosa, pues el hombre prefería matar a los animales que multiplicarse. Pero con el Neolítico la mujer, hasta entonces una simple bestia de carga y de placer, empieza a cobrar importancia. La mujer descubre el secreto de la Agricultura, el arte de tejer, de confeccionar cestos y vasijas, y creando poco a poco una sociedad matriarcal que durar aproximadamente hasta el séptimo mileno antes de Cristo, cuando los hombres realizan una auténtica revolución cultural, someten a las mujeres y "casan" a las antiguas diosas con los nuevos dioses guerreros. El Cornudo vuelve a reinar.

La evolución

Las viejas diosas madres (latín mater=materia) han sido vencidas, pero no derrotadas. Pese a que simulan agachar la cabeza continúan al acecho, aparentemente a la sombra de sus maridos, y se presentan ante los hombres como una deidad bienhechora, creadora y preservadora de vida, a la que los hombres y las mujeres suplican que interceda por ellos ante su poderoso marido. Calladamente, el culto de las diosas-madres continuó con más fuerza que nunca. Incluso cuando el mundo cambió, y llegaron a los altares de las ciudades dioses monoteístas, como Atón, Ahura-Mazda o Jehová, las clases populares campesinas siguieron adorando a Isis, Mithra y Anaita. La mejor manera de adorar a la diosa de la fecundidad y al dios de la vida y la muerte era representar su unión sexual, glorificarla, enaltecerla no de forma obscena, sino para ensalzar su fecundidad. En un mundo donde se instaura con fuerza la pareja monogámica, el Culto se llena así de símbolos fálicos, y son frecuentes en él las orgías múltiples, desenfrenadas fiestas de sexo y placer donde abundan los intercambios de pareja. Esto último obedece además a tres motivos: en primer lugar, permite que parejas en las que el hombre es muy anciano o estéril puedan tener descendencia. En segundo lugar, realizarlas en momentos determinados del calendario campesino "activa" los campos y los hace fecundos. Por último, qué demonios, es mucho más divertido que asistir a las cada vez más ceremoniosas y aburridas celebraciones eclesiásticas.

La lucha

La religión institucional reacciona. La lucha para erradicar al Culto dura prácticamente hasta el siglo pasado. Y no lo consigue. Es la lucha del fuego, de la tortura y el acero contra la voluntad y la esperanza. Finalmente, el mundo quedó ahíto de sangre, y se negó a afirmar que hubiera existido nunca un culto brujeril organizado, concluyendo que se trataba simplemente de un montaje urdido por inquisidores y religiosos, y corroborado por pobres desgraciados torturados hasta la desesperación o dementes. Y sin embargo... sin embargo la Iglesia se apresura a "cristianizar" determinadas ceremonias campesinas, una vez descargadas de su parte más "Hard" ¿o de dónde se cree usted que vienen el Carnaval, Todos los Santos, la santa Navidad o la mismísima Noche de San Juan? Otra vez, la vieja religión fue derrotada. Pero no vencida.


La Vieja Religión, hoy

Esta noche, como todas las noches, en muchos lugares de la vieja Europa y de la joven América reducidos grupos de hombres y mujeres se reunirán en secreto, para celebrar unos ritos tan antiguos como la Humanidad. La mayoría rehuyen la palabra Brujería, y prefieren llamar a su credo simplemente El culto, o la vieja religión. Adoran a su diosa, la diosa madre de nombre secreto, mediante encantamientos y danzas. Su ritual es secreto, y se transmite de viva voz, o como máximo manuscrito. Están organizados en pequeños grupos, llamados conventículos, cuyo número rara vez pasa de la docena: la experiencia les ha enseñado que es más seguro. Creen en la reencarnación como forma de supervivencia del alma, y realizan sus ritos totalmente desnudos, o como máximo con túnicas abiertas y amplias, para así mejor facilitar la comunión de energías positivas. Concentrándose, los miembros del conventículo pueden aunar sus energías para un bien común o para ayudar a uno de ellos. Se forma así un cono de fuerza que emanando de sus mentes puede cambiar el destino de un colectivo o persona determinada. Estos conventículos están dirigidos por sacerdotisas, a menudo auxiliadas por un sacerdote. Suelen ser secretos, ya que la gente no suele ver con buenos ojos a quien, hoy por hoy, se autodenomina "brujo" o "bruja".
¿Cuál es el perfil actual de la bruja moderna? Suele ser una muchacha o mujer joven, ya que hay un fuerte componente de rebeldía en el Culto, y la juventud es rebelde. Si es consecuente, será una persona inquieta por el medio ambiente, a la que le guste la naturaleza, quizá vegetariana y posiblemente naturista, pues no tendrá verguenza de la desnudez de su cuerpo. Y llevará siempre consigo un objeto determinado, cuya naturaleza no pienso decir, pero que la identificará ante otros miembros del Culto. No hace proselitismo, no admite abiertamente su credo, y se sabe posesión de una Verdad tan real como el Sol y las Estrellas.

Los 15 crímenes de las brujas

En 1580 se publicó en Francia un famoso libro sobre la demonología escrito por el letrado de Toulouse Jean Bodin, titulado "DAEMONOMANIE" en el que se recomendaba y exhortaba a las autoridades que actuaran sin piedad contra las Brujas.

Los 15 crimenes que Bodin acusaba a los Brujos y a las Brujas eran los siguientes:

  1. Renegar de Dios.
  2. Maldecir y Blasfemar.
  3. Homenajear al Diablo.
  4. Adorarlo y ofrecer sacrificios en su honor.
  5. Dedicarle los Hijos.
  6. Matarlos antes de ser bautizados.
  7. Consagrarlos a Satanas en el vientre de sus madres.
  8. Hacer propaganda de la Brujeria.
  9. Jurar en nombre del Diablo en signo de Honor.
  10. Cometer incesto.
  11. Matar a sus semejantes y al ganado.
  12. Causar la esterilidad de los campos.
  13. Causar el hambre en los paises.
  14. Copular con el Demonio.
  15. Matar a los niños pequeños y cocerlos para comerselos.


El martillo de las brujas

La obsesión con los demonios empezó a alcanzar un "crecendo" cuando en su famosa bula de 1484 el Papa Inocencio VIII declaró:
"Ha llegado a nuestros oidos, que miembros de ambos sexos, no evitan la relación con angeles malos, incubos y sucubos, y que mediante sus brujerias, conjuros y hechizos, sofocan, extinguen y hechan a perder los alumbramientos de las mujeres...".
Con esta bula el Papa inició la acusación, tortura y ejecución sistematica de millones de Brujas y Brujos en toda Europa. El Papa encargó a Henry Kramer y James Srenger un texto con un estudio completo, utilizando toda la artilleria academica de finales del Siglo XV, con citas exhaustivas de las sagradas escrituras y textos de eruditos antiguos y modernos. Así de esta manera nació el tristemente famoso "Martillo de las Brujas" o "Maellus Maleficarum" descrito como uno de los mas aterradores documentos de la Historia de la Humanidad.
Lo que el libro venía a decir practicamente, era que si a una mujer la acusaban de Brujeria, es que era bruja y que la tortura, era el medio infalible para demostrar la validez de la acusación. El acusado no tenia derechos. No podía enfrentarse a sus acusadores. El libro en cuestión era un "Manual Tecnico" para los torturadores, incluyendo metodos de castigo, diseñados para liberar a los demonios del cuerpo de la victima antes de que el proceso terminara en sentencia hacia la hoguera.
Se hicieron multitud de ediciones del "Martillo de las Brujas", cosa muy a tener en cuenta, partiendo de la idea de que entonces se hacian pocas ediciones de libros y que pocos eran los que sabian leer y escribir, a parte de monjes, clerigos y determinados nobles. Mas adelante hablaremos en particular sobre este inquietante y nefasto manual.


Las enigmaticas escobas

En la imaginación popular las brujas han estado siempre asociadas con la escoba. Empleada por ellas para volar por el aire, generalmente para dirigirse a los aquelarres. Esta creencia parece ser casi universal en todos los tiempos y regiones.
La escoba esta conectada con la varita mágica, ya que desde siempre se ha asociado con el servicio de la equitación mágica.
La madera de que estaban hechas ambas, era a menudo, segun rezan los grimorios de avellano y olmo escocés. Aunque en tiempos de Delancre, las brujas del sur de Francia, preferían la madera llamada "Souhandourna", que era la "Cornus Sanguinea", la llamada popularmente "Madera de Perro".
En medio de huracanes y tempestades, en el mismo corazón de la oscura tormenta, el convoy de brujas, montando a horcajadas en sus escobas, viajaba rapido hacia el aquelarre, proferiendo blasfemias y lujuriosas risotadas. Sus horrendas risas y maleficas blasfemias sonaban mas alto que el choque de los elementos desatados en el cielo, y se mezclaban con temible desacuerdo con el frenetico sonido del vendaval y el horroroso aullido de los lobos.



La génesis del mal

Dos grandes ideas o concepciones de la Divinidad se hicieron denominador común en todas las creencias y religiones. Una de ellas sería la "Creación de la Vida" y la otra "El Miedo a la Muerte". Este miedo arrastró a la conciencia humana a la necesidad de creer en una vida más allá de la muerte. A partir de este instante, se nos personifica un dios tenebroso masculino, Señor de las Tinieblas, de la Guerra y de la Muerte. Amo de todo lo oculto, lo arcano y lo ignoto. El Dios Cornudo que esta pintado en la cueva de Ariège en Francia, el arcano Lug de los Celtas, el Pan Griego, y el Satanás de la cristiandad. Pero junto con este ser, nace también la representación femenina, una diosa de la fecundidad, con fuerza creadora y al mismo tiempo regeneradora. La Afrodita Griega, la Asarté Fenicia, La Ma Frigia, La Compañera del Cornudo, que se aparea con lujuria con el, para dar forma al mundo: Eros y Tanatos.


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