Sitios recomendados

Los continuos cambios de pastor

Este artículo de Jim Elliff, titulado Pastors Moving to Other Churches: Why?, me parece muy recomendable.

En muchas iglesias bautistas (no todas, cierto es), a la hora de invitar a un pastor para que cubra un ministerio vacante se recurre a una especie de casting. Uno tras otro, los "candidatos" van pasando por la iglesia con sus mejores galas y sus sermones favoritos. Da igual si para "vestir a un santo hay que desvestir a otro". Lo que se pretende es encontrar a la persona idónea (¡qué lástima que el método para hacerlo sea tan poco adecuado...!). Luego, transcurridos unos años (generalmente no muchos), el proceso vuelve a repetirse.

En esto, como en otras muchas cuestiones que tienen que ver con la eclesiología, creo que nos hemos equivocado. El modelo que encontramos en el Nuevo Testamento no está claramente definido en todos sus extremos, y tampoco es rígido. Pero sí me parece obvio que dista un largo trecho del que a veces se adopta en bastantes iglesias bautistas.

Una vez más es necesario atender a la célebre frase latina: "Ad fontes". Si no volvemos una y otra vez a nuestras fuentes, a nuestros orígenes, corremos el riesgo de acabar con una práctica eclesial que poco tiene que ver con la realidad, los valores y la espiritualidad de los primeros cristianos.

Blog recomendado

Mi Convivencia Teológica es la bitácora digital de David E. C. Ford, profesor en dos seminarios latinoamericanos. Pretende ser "El noticiario teológico y el punto de encuentro con la teología", y merece la pena seguirlo. Como la mayoría de "blogs", ofrece un servicio de subscripción que permite agregarlo a un lector como Bloglines, que es el que utilizo yo.

Bart Ehrman: el "agnóstico feliz"

Esta mañana he estado escuchando una reciente entrevista radiofónica (en inglés, claro estáWinking que le hicieron a Bart Ehrman, especialista en cristianismo primitivo y crítica textual, con motivo de su último libro, titulado "Misquoting Jesus" (algo así como "Tergiversando a Jesús"), y cuyo subtítulo es "La historia detrás de quiénes cambiaron el texto de la Biblia y por qué".

El Dr. Ehrman, muy conocido en el mundo académico, es profesor en el Departamento de Estudios Religiosos de la Universidad de Carolina del Norte, en Chapel Hill (EE.UU.). En sus trabajos y conferencias siempre suele enfatizar la gran diversidad que existía en el cristianismo de los primeros siglos, y la pugna que tuvo lugar entre las distintas corrientes de pensamiento hasta que, finalmente, salió victorioso el cristianismo "oficial", que trajo de la mano su correpondiente canon de las Escrituras. A partir de ahí el resto de cristianismos pasaron a ser una larga lista de "herejías", los "perdedores".

La tesis de su último libro es que los copistas que se encargaron de transmitir los manuscritos griegos del Nuevo Testamento estaban inmersos en el fragor de esas disputas, con lo que su labor no se limitó meramente a copiar los evangelios, las cartas, etc. de una manera aséptica, sino que llegaron a plasmar sus propias creencias y prejuicios en los textos que transcribían. De tal manera, que lo que podemos leer actualmente en el Nuevo Testamento está más cerca de los intereses y preocupaciones de los copistas que de lo que fueron realmente las palabras y enseñanzas de Jesús o los escritos del apóstol Pablo para las iglesias por él fundadas.

Ahora bien, lo que me ha llamado la atención no es eso, sino el hecho de que el autor haya dedicado la primera parte de la entrevista a explicar su propia experiencia espiritual. Según cuenta, se convirtió sobre los dieciséis años en una reunión de jóvenes cristianos y pasó bastantes años como muchos cristianos evangélicos "ultraconservadores" nacidos de nuevo. Sin embargo, como consecuencia de su contacto con el texto griego del Nuevo Testamento y de sus estudios bíblico-teológicos, fue adoptando una postura cada vez más "liberal". Se dio cuenta, sigue diciendo Bart, que el texto bíblico era muy humano, y que ya no podía sostener los conceptos tradicionales de inspiración, infalibilidad, palabra de Dios, etc. Tanto es así, que actualmente se define a sí mismo como un "agnóstico feliz" (en sus propias palabras).

Tal vez esta circunstancia sirva para afianzar aún más la postura que mantienen aún hoy muchos cristianos, según la cual el estudio académico de las Escrituras es "peligroso" para la fe. Craso error, desde luego, pero para gustos, los colores... Lo que sí es cierto es que él enseña la Biblia en una universidad no confesional, y lo hace desde un punto de vista histórico. Según dice, muchos de sus estudiantes son creyentes evangélicos, lo cual no obsta para que acudan a sus clases. Bart Ehrman sabe perfectamente que desde el punto de vista estrictamente académico tan errónea es la predisposición favorable a la fe que se basa en los textos bíblicos como la postura contaria. De lo que se trata es de dar a conocer los hechos, y de que la gente interprete esos hechos a la luz de sus propias convicciones (sean del tipo que sean).

En fin, que Ehrman ha pasado de creyente feliz a agnóstico feliz. Otros han recorrido el mismo camino, sólo que en sentido inverso, y también los hay que se encuentran hoy exactamente en el mismo lugar en que empezaron.

Creo que el tema daría para muchas consideraciones en torno a la relación entre el conocimiento y la fe, el papel y enfoque de los estudios bíblico-teológicos, y otras muchas cosas, pero debo concluir. De todos modos, este debate probablemente esté muy lejos de nuestra situación particular. Aquí en España ni siquiera existen los estudios bíblicos de nivel universitario en las universidades públicas. Lo más parecido son algunos cursos sobre aspectos literarios, lingüísticos o históricos del Antiguo o Nuevo Testamento en filología semítica, historia antigua, filosofía o algo por el estilo. Nos queda mucho camino por andar antes de que los estudiantes españoles puedan estudiar el problema sinóptico o la teología de Pablo en la Complutense de Madrid o la Universidad de Sevilla. Parece mentira que en un país que ha sido aparentemente tan religioso como el nuestro exista un desconocimiento tan grande de todo lo relativo a las raíces judeocristianas de nuestra sociedad. Al menos Bart Ehrman es un "agnóstico ilustrado", pero la mayoría de personas que se encuentra uno por estos pagos no pasan de ser "analfabetos funcionales" en lo que concierne a cualquier cuestión bíblica o religiosa. ¡Y así nos va!

PD. Aquí pongo un segundo
enlace a una entrevista que le hicieron a Bart Ehrman sobre el mismo tema en otra emisora.

El limbo no existe

¡A buenas horas, mangas verdes! Ahora resulta que teólogos católicos le piden al nuevo Papa que certifique la desaparición del limbo, ese lugar a donde supuestamente iban los niños pequeños que morían sin ser bautizados, según la tradición católica. Y digo yo, ¿no podrían haber leído la Biblia y se habrían enterado de que semejante lugar nunca ha existido? Y de paso que quiten también el purgatorio...

Más sobre Ateneo Teológico

Al hilo de los comentarios claramente opuestos que recibió mi anterior anotación sobre esta institución, y tras haber podido visitar el foro en diversas ocasiones, sigo pensando lo siguiente:

1. No puedo opinar sobre la calidad académica de los estudios en línea porque esa información sólo está disponible para quienes se matriculan.

2. La línea de pensamiento que suele reflejarse en los artículos y comentarios contrasta con la visión "tradicional" y "oficial" que predomina en los ambientes evangélicos españoles (léase
Protestante Digital, Alianza Evangélica Española, etc.).

Me sorprende que un comunicante anónimo (¡y mira que dije que no se hicieran comentarios anónimos...!) hable de herejía con tanta facilidad. Es una cuestión en la que no voy a entrar ahora. A fin de cuentas, los responsables de
Ateneo Teológico pueden defenderse por sí mismos. Naturalmente que adoptan ciertas posturas y se expresan determinadas opiniones cuando menos discutibles, pero de ahí a empezar a tildar de herejes a quienes no piensan como uno (quien sea) cree que deberían hacerlo, hay un largo trecho.

Sinceramente creo que esto es una prueba evidente de la diversidad del fenómeno religioso evangélico en España. Parece obvio decir que hay una larga tradición conservadora en lo teológico y lo moral, que está muy arraigada y es mayoritaria. Por otro lado existe una corriente teológicamente más liberal, que lleva aparejada una perspectiva ética más dialogante con el entorno. Y como dicen que la virtud está en el término medio, creo que no sería malo ser más bíblicos y menos tradicionales. Por otro lado, dialogar con la sociedad en la que vivimos no puede significar claudicar ante lo políticamente correcto y renunciar a ser voz profética. Sin duda es un equilibrio difícil de alcanzar, pero pienso que merece la pena intentarlo.

Ateneo Teológico

Se trata de una iniciativa relativamente reciente que ofrece numerosas posibilidades. Uno, que ya es zorro viejo en esto y ha visto aparecer y desaparecer muchos proyectos repletos de buenas intenciones, no puede evitar encontrarse un tanto a la expectativa. En todo caso, aplaudo la iniciativa y confío en que las buenas maneras que apunta se conviertan pronto en hermosas realidades.

La verdad es que todavía no me he formado una opinión cabal sobre la calidad de la enseñanza online que se pretende impartir. Por de pronto encuentro bastante interesante la
revista online y los foros. En ambos casos es necesario registrarse gratuitamente antes de poder acceder a las páginas correspondientes. Por cierto, los cursos se desarrollarán a través de Moodle, un sistema de administración de cursos de probada valía y código abierto.

Prueba

Esta es una prueba sin mayor trascendencia.

Actualización (30 de agosto): Ahora he instalado Blogger para Word y publico estas líneas desde el procesador de textos.
ὁ θεὸς ἀγάπη ἐστίν.