Jan 2006
Cuidado con quién te metes
Unas viñetas sobre Mahoma, publicadas en un periódico danés, han desatado las iras de los países musulmanes (también puede leerse la noticia aquí). Parece ser que han sido tomadas como una ofensa terrible, monstruosa e imperdonable. Y ya sabemos cómo se las gastan en esos países.
Mientras, en nuestro entorno la gente blasfema contra Dios y "pone a parir" los valores cristianos básicos día sí y día también. Y ¿qué sucede? Nada. Absolutamente nada.
No deja de ser curiosa y lamentable la comparación. Meterse con Mahoma puede representar incluso la muerte. Meterse con Cristo y el cristianismo sale absolutamente gratis. Así que al final resulta que este cristianismo tan "malo", tan "nocivo", tan "opio del pueblo", tan "retrógado", encarna la libertad. Sí, incluso la libertad de ir en su contra y hacer mofa de él. A ver si de una vez por todas los "progres" de Occidente abren los ojos y se dan cuenta de la diferencia que existe entre la tiranía y la libertad.
Mientras, en nuestro entorno la gente blasfema contra Dios y "pone a parir" los valores cristianos básicos día sí y día también. Y ¿qué sucede? Nada. Absolutamente nada.
No deja de ser curiosa y lamentable la comparación. Meterse con Mahoma puede representar incluso la muerte. Meterse con Cristo y el cristianismo sale absolutamente gratis. Así que al final resulta que este cristianismo tan "malo", tan "nocivo", tan "opio del pueblo", tan "retrógado", encarna la libertad. Sí, incluso la libertad de ir en su contra y hacer mofa de él. A ver si de una vez por todas los "progres" de Occidente abren los ojos y se dan cuenta de la diferencia que existe entre la tiranía y la libertad.
Cuando veas las barbas de tu vecino arder...
18/01/06 14:23 Archivado en: Sociedad
Ya lo dice el refrán: "Cuando veas las barbas de tu vecino arder, pon las tuyas a remojar".
Ante el enésimo desvarío fascista de los nacionalismos identitarios, me ha llamado la atención el tratamiento certero, objetivo y repleto de sentido común de esta articulista. Ni yo mismo lo hubiera expresado mejor. ¡Qué pena da ver que se utiliza la lengua como arma, en lugar de considerarla un instrumento de comunicación, de concordia y de riqueza! Y ¡qué triste resulta constatar la facilidad con que las víctimas de antaño se convierten en los verdugos de hoy!
Y digo yo, ¿las iglesias evangélicas no tienen nada que decir al respecto?
Ante el enésimo desvarío fascista de los nacionalismos identitarios, me ha llamado la atención el tratamiento certero, objetivo y repleto de sentido común de esta articulista. Ni yo mismo lo hubiera expresado mejor. ¡Qué pena da ver que se utiliza la lengua como arma, en lugar de considerarla un instrumento de comunicación, de concordia y de riqueza! Y ¡qué triste resulta constatar la facilidad con que las víctimas de antaño se convierten en los verdugos de hoy!
Y digo yo, ¿las iglesias evangélicas no tienen nada que decir al respecto?