Dec 2005
2Latidos: Abre la puerta
Ahora que he escuchado el CD varias veces, el resumen que haría sería el siguiente:
Tu bendición
El disco empieza fuerte, con un tema muy bueno. Letra y música encajan a la perfección, igual que ambas voces. La subida de tono es sorprendente y novedosa...
Abre la puerta
El primer single de este estupendo álbum. Música pop pegadiza y muy comercial. Hasta mi hija pequeña de cuatro años la canta...
No te olvidaré
Una canción de amor de las de toda la vida, pero con ritmo. Un toque especial.
Lo que hay en mí
Comienzo acústico que da paso a un sonido más electrónico y rockero.
Protégeme
Preciosa balada, con un sonido de piano y orquesta muy intimista. Auténticamente genial.
El camino
Probablemente la alternativa más clara para convertirse en single. Tremendamente comercial y con un ritmo estupendo. Pop-rock en estado puro.
Pleno de tu amor
Auténtica banda sonora que ya quisieran para sí algunas superproducciones. La combinación de letra y música me pone los pelos como escarpias. Memorable.
Mi Redentor
Pop del bueno. ¿Qué más puedo decir?
Arrepentido
Muy buen tema, seguramente llamado a convertirse en el favorito de muchos adolescentes. Suena muy, muy bien.
Vuelve a llenar
Broche de oro con toques de jazz acústico. Una delicia de música, voces y letra.
En resumen. No sólo estamos ante un álbum excelente, sino que la calidad de la música y la profundidad de las letras de este álbum de 2Latidos lo convierten en uno de los mejores discos que he oído en los últimos años. Y todo eso sin perder un ápice de atractivo comercial. ¡Enhorabuena a todos, de corazón! ¡Qué excelente regalo!
Tu bendición
El disco empieza fuerte, con un tema muy bueno. Letra y música encajan a la perfección, igual que ambas voces. La subida de tono es sorprendente y novedosa...
Abre la puerta
El primer single de este estupendo álbum. Música pop pegadiza y muy comercial. Hasta mi hija pequeña de cuatro años la canta...
No te olvidaré
Una canción de amor de las de toda la vida, pero con ritmo. Un toque especial.
Lo que hay en mí
Comienzo acústico que da paso a un sonido más electrónico y rockero.
Protégeme
Preciosa balada, con un sonido de piano y orquesta muy intimista. Auténticamente genial.
El camino
Probablemente la alternativa más clara para convertirse en single. Tremendamente comercial y con un ritmo estupendo. Pop-rock en estado puro.
Pleno de tu amor
Auténtica banda sonora que ya quisieran para sí algunas superproducciones. La combinación de letra y música me pone los pelos como escarpias. Memorable.
Mi Redentor
Pop del bueno. ¿Qué más puedo decir?
Arrepentido
Muy buen tema, seguramente llamado a convertirse en el favorito de muchos adolescentes. Suena muy, muy bien.
Vuelve a llenar
Broche de oro con toques de jazz acústico. Una delicia de música, voces y letra.
En resumen. No sólo estamos ante un álbum excelente, sino que la calidad de la música y la profundidad de las letras de este álbum de 2Latidos lo convierten en uno de los mejores discos que he oído en los últimos años. Y todo eso sin perder un ápice de atractivo comercial. ¡Enhorabuena a todos, de corazón! ¡Qué excelente regalo!
Caminando con monstruos
Ayer pude ver el documental "Caminando con monstruos" en Canal+. Según la información proporcionada por la propia cadena, se trataba de un "prestigioso documental de la BBC, de los productores de 'Caminando con dinosaurios', que descubre la fascinante historia de la vida en la Tierra antes de la aparición de los grandes saurios y de que los mamíferos comenzaran a dominar el Planeta, una época de la historia de la Tierra en la que la evolución puso en ella criaturas y plantas tan extraordinarias que nadie creería que se encontraba en este planeta".
Allí, frente a la pantalla del televisor, no pude evitar que repiquetearan en mi mente las palabras atribuidas a Gilbert Keith Chesterton, "When men stop believing in God they don't believe in nothing; they believe in anything" ("Cuando los hombres dejan de creer en Dios, no es que no crean en nada; es que creen en cualquier cosa").
Se trata de un auténtico cuento envuelto en ropaje pseudocientífico, repleto de afirmaciones dogmáticas e inexactitudes. ¡Y luego dicen que para creer que Dios creó el mundo y la vida hay que tener fe! Desde luego hace falta fe, pero no sé si tanta como para tragarse la sarta de barbaridades que impúdicamente se presentan como hechos científicamente demostrados. La macroevolución es una imposibilidad científica (léase: de la auténtica ciencia empírica), y no hacen falta razones de índole religiosa para rechazarla. Sólo es necesario conservar un poco de sentido común y no dejarse amedrentar por la propaganda evolucionista.
Allí, frente a la pantalla del televisor, no pude evitar que repiquetearan en mi mente las palabras atribuidas a Gilbert Keith Chesterton, "When men stop believing in God they don't believe in nothing; they believe in anything" ("Cuando los hombres dejan de creer en Dios, no es que no crean en nada; es que creen en cualquier cosa").
Se trata de un auténtico cuento envuelto en ropaje pseudocientífico, repleto de afirmaciones dogmáticas e inexactitudes. ¡Y luego dicen que para creer que Dios creó el mundo y la vida hay que tener fe! Desde luego hace falta fe, pero no sé si tanta como para tragarse la sarta de barbaridades que impúdicamente se presentan como hechos científicamente demostrados. La macroevolución es una imposibilidad científica (léase: de la auténtica ciencia empírica), y no hacen falta razones de índole religiosa para rechazarla. Sólo es necesario conservar un poco de sentido común y no dejarse amedrentar por la propaganda evolucionista.
¿De qué protesta un protestante?
Cuando siendo joven me convertí a Cristo, esto es, decidí dejar mi vida en sus manos y seguirle el resto de mis días, hubo un librito que me impactó de una manera especial. Se titulaba "¿De qué protesta un protestante?", y su autor era Antonio Amengual. Corría el año 1978, y los cristianos evangélicos solían recurrir a explicar las diferencias entre protestantes y católicos para hacerse presentes en la sociedad española de entonces. Es una estrategia que tuvo su momento y fue fruto de unas circunstancias muy difíciles, recién salidos de una penosa dictadura y sin poder disfrutar de una de las más elementales libertades individuales: la libertad religiosa o libertad de conciencia.
Han pasado más de 25 años, y los tiempos han cambiado de una manera vertiginosa. Ha cambiado la sociedad, y con ellos también lo hemos hecho los cristianos evangélicos. Naturalmente hay muchos aspectos positivos a la hora de hacer balance, pero hay uno en particular que se me antoja terriblemente negativo. El protestantismo español ha dejado de ser "voz profética". Se ha acomodado. Ya no protesta.
¿De qué protestan los protestantes españoles hoy en día? Pues, lamentablemente, y dejando a un lado las honrosas excepciones, que las hay, de nada o casi nada... Estamos amodorrados, bailándole el agua al poder establecido, mudos en nuestros pequeños guetos o diluidos en medio de la mediocridad imperante.
¿Dónde están los protestantes? ¿Dónde están los que le plantan cara al pecado, se llame como se llame y venga de donde venga? ¿Por qué no se alza la voz para denunciar los desmanes y anunciar la alternativa radical del reino de Dios? Cada día se están conculcando derechos fundamentales (a la vida, al trabajo, a una vivienda digna, a la libertad) e importantes (a la salud, a la educación, a la información). Y ¿dónde están los dirigentes evangélicos? Están "missing"...
Hay miedo a que ciertas posturas, que compartimos con otras confesiones cristianas, puedan dar lugar a que se nos identifique con la iglesia católica y sean malinterpretadas o utilizadas con fines bastardos. Pero por otro lado tampoco somos capaces de presentar una alternativa clara y diferenciada, no vaya a ser que se nos tome por fanáticos y fundamentalistas. Y así, vemos pasar el tiempo y las oportunidades mientras estamos faltando a nuestra responsabilidad como discípulos de Cristo. Es más cómodo seguir la corriente de los pseudo-progres que controlan las corrientes de opinión del país. Pasa lo mismo que en el cuento: el rey va desnudo, pero nadie se atreve a decirlo.
No tengo grandes esperanzas en que la situación vaya a cambiar a corto plazo, la verdad. Más bien opino que vamos a tener que soportar muchos años de penurias por culpa de nuestro conformismo, nuestra hipocresía y nuestra superficialidad. Lamentablemente nos lo tenemos merecido. Un pueblo que es incapaz de denunciar los totalitarismos nacionalistas y que se arrima al gobierno de turno para conseguir subvenciones y prebendas no es digno de llevar el nombre de cristiano. Un pueblo que se acobarda frente a las embestidas del secularismo más feroz, que se muestra apocado y sin criterio, no tiene más destino que el de ser ignorado, ninguneado, orillado.
Por supuesto que esta no es más que la opinión personal de alguien que está muy lejos de los centros de poder, que nada contra corriente y a quien le importa un pimiento caer bien o hacer campaña para que le elijan para desempeñar un cargo. Aunque bien mirado, si a todos los protestantes españoles nos importara más protestar que adular, ser que tener, tal vez sí habría esperanza de cambio. Lutero tenía 95 tesis. Yo me conformaría con que nosotros tuviéramos al menos 50. ¿Alguien se apunta?
Han pasado más de 25 años, y los tiempos han cambiado de una manera vertiginosa. Ha cambiado la sociedad, y con ellos también lo hemos hecho los cristianos evangélicos. Naturalmente hay muchos aspectos positivos a la hora de hacer balance, pero hay uno en particular que se me antoja terriblemente negativo. El protestantismo español ha dejado de ser "voz profética". Se ha acomodado. Ya no protesta.
¿De qué protestan los protestantes españoles hoy en día? Pues, lamentablemente, y dejando a un lado las honrosas excepciones, que las hay, de nada o casi nada... Estamos amodorrados, bailándole el agua al poder establecido, mudos en nuestros pequeños guetos o diluidos en medio de la mediocridad imperante.
¿Dónde están los protestantes? ¿Dónde están los que le plantan cara al pecado, se llame como se llame y venga de donde venga? ¿Por qué no se alza la voz para denunciar los desmanes y anunciar la alternativa radical del reino de Dios? Cada día se están conculcando derechos fundamentales (a la vida, al trabajo, a una vivienda digna, a la libertad) e importantes (a la salud, a la educación, a la información). Y ¿dónde están los dirigentes evangélicos? Están "missing"...
Hay miedo a que ciertas posturas, que compartimos con otras confesiones cristianas, puedan dar lugar a que se nos identifique con la iglesia católica y sean malinterpretadas o utilizadas con fines bastardos. Pero por otro lado tampoco somos capaces de presentar una alternativa clara y diferenciada, no vaya a ser que se nos tome por fanáticos y fundamentalistas. Y así, vemos pasar el tiempo y las oportunidades mientras estamos faltando a nuestra responsabilidad como discípulos de Cristo. Es más cómodo seguir la corriente de los pseudo-progres que controlan las corrientes de opinión del país. Pasa lo mismo que en el cuento: el rey va desnudo, pero nadie se atreve a decirlo.
No tengo grandes esperanzas en que la situación vaya a cambiar a corto plazo, la verdad. Más bien opino que vamos a tener que soportar muchos años de penurias por culpa de nuestro conformismo, nuestra hipocresía y nuestra superficialidad. Lamentablemente nos lo tenemos merecido. Un pueblo que es incapaz de denunciar los totalitarismos nacionalistas y que se arrima al gobierno de turno para conseguir subvenciones y prebendas no es digno de llevar el nombre de cristiano. Un pueblo que se acobarda frente a las embestidas del secularismo más feroz, que se muestra apocado y sin criterio, no tiene más destino que el de ser ignorado, ninguneado, orillado.
Por supuesto que esta no es más que la opinión personal de alguien que está muy lejos de los centros de poder, que nada contra corriente y a quien le importa un pimiento caer bien o hacer campaña para que le elijan para desempeñar un cargo. Aunque bien mirado, si a todos los protestantes españoles nos importara más protestar que adular, ser que tener, tal vez sí habría esperanza de cambio. Lutero tenía 95 tesis. Yo me conformaría con que nosotros tuviéramos al menos 50. ¿Alguien se apunta?
Una de sectas
21/12/05 10:47 Archivado en: Religión
Ayer por la noche hice un gran esfuerzo por mantenerme despierto y ver la emisión del programa Diario de... en Telecinco. Se titulaba "El negocio de la fe", y estuvo dedicado a mostrar aspectos poco "edificantes" de la Iglesia Universal del Reino de Dios, o lo que es lo mismo, ¡Pare de Sufrir!.
Debo aclarar que no me gusta en absoluto la periodista Mercedes Milá, y que la captación de imágenes mediante el método de la cámara oculta y la infiltración de periodistas me parece de muy dudosa ética. Tal como era de esperar, el programa (que vi ayer por primera vez) siguió el habitual estilo sensacionalista y poco riguroso al que nos tienen acostumbrados las televisiones españolas.
Dicho esto, quedaron bastante claros los aspectos sectarios de este grupo neo-pentecostal, que sin duda son preocupantes. Lo malo es que con la falta de rigor y el empleo de un lenguaje religioso más o menos estándar (que comparten muchas iglesias que nada tienen que ver con estas creencias y actitudes), se crea no poca confusión entre una audiencia ya de por sí ignorante y acrítica en materia religiosa.
Llevo mucho tiempo diciendo que si los cristianos evangélicos no somos capaces de desmarcarnos claramente de este tipo de grupos, y no condenamos ciertas prácticas y creencias que nada tienen que ver con el Evangelio, estaremos abocados a ver cómo los medios de comunicación sacan a la luz de manera cíclica estos "trapos sucios". Lo malo es que muchas personas van a tirar tanto la ropa sucia como la ropa limpia, ya que no notarán la diferencia.
Por cierto, ya va siendo hora de que si empleamos etiquetas (cosa que parece imposible evitar), lo hagamos con propiedad. Estos sujetos de ¡Pare de Sufrir! (el nombre ya lo dice todo...) no son evangélicos. Y si alguien cree que sí lo son, entonces yo soy otra cosa.
Debo aclarar que no me gusta en absoluto la periodista Mercedes Milá, y que la captación de imágenes mediante el método de la cámara oculta y la infiltración de periodistas me parece de muy dudosa ética. Tal como era de esperar, el programa (que vi ayer por primera vez) siguió el habitual estilo sensacionalista y poco riguroso al que nos tienen acostumbrados las televisiones españolas.
Dicho esto, quedaron bastante claros los aspectos sectarios de este grupo neo-pentecostal, que sin duda son preocupantes. Lo malo es que con la falta de rigor y el empleo de un lenguaje religioso más o menos estándar (que comparten muchas iglesias que nada tienen que ver con estas creencias y actitudes), se crea no poca confusión entre una audiencia ya de por sí ignorante y acrítica en materia religiosa.
Llevo mucho tiempo diciendo que si los cristianos evangélicos no somos capaces de desmarcarnos claramente de este tipo de grupos, y no condenamos ciertas prácticas y creencias que nada tienen que ver con el Evangelio, estaremos abocados a ver cómo los medios de comunicación sacan a la luz de manera cíclica estos "trapos sucios". Lo malo es que muchas personas van a tirar tanto la ropa sucia como la ropa limpia, ya que no notarán la diferencia.
Por cierto, ya va siendo hora de que si empleamos etiquetas (cosa que parece imposible evitar), lo hagamos con propiedad. Estos sujetos de ¡Pare de Sufrir! (el nombre ya lo dice todo...) no son evangélicos. Y si alguien cree que sí lo son, entonces yo soy otra cosa.
20 años del primer "emilio" español
17/12/05 17:05 Archivado en: Sociedad
Este mes se han cumplido 20 años desde que se mandó el primero correo electrónico desde España. Todavía no existía Internet tal como la conocemos hoy. Parece mentira, ¿verdad?
Actualmente hay casi 10 millones de personas en toda España que utilizan habitualmente el correo electrónico. Yo ni siquiera recuerdo cuándo fue la última vez que escribí una carta a mano y la envié a través del correo convencional... Hay que ver cómo pasa el tiempo.
Actualmente hay casi 10 millones de personas en toda España que utilizan habitualmente el correo electrónico. Yo ni siquiera recuerdo cuándo fue la última vez que escribí una carta a mano y la envié a través del correo convencional... Hay que ver cómo pasa el tiempo.
Blog recomendado
Mi Convivencia Teológica es la bitácora digital de David E. C. Ford, profesor en dos seminarios latinoamericanos. Pretende ser "El noticiario teológico y el punto de encuentro con la teología", y merece la pena seguirlo. Como la mayoría de "blogs", ofrece un servicio de subscripción que permite agregarlo a un lector como Bloglines, que es el que utilizo yo.
Bart Ehrman: el "agnóstico feliz"
Esta mañana he estado escuchando una reciente entrevista radiofónica (en inglés, claro está que le hicieron a Bart Ehrman, especialista en cristianismo primitivo y crítica textual, con motivo de su último libro, titulado "Misquoting Jesus" (algo así como "Tergiversando a Jesús"), y cuyo subtítulo es "La historia detrás de quiénes cambiaron el texto de la Biblia y por qué".
El Dr. Ehrman, muy conocido en el mundo académico, es profesor en el Departamento de Estudios Religiosos de la Universidad de Carolina del Norte, en Chapel Hill (EE.UU.). En sus trabajos y conferencias siempre suele enfatizar la gran diversidad que existía en el cristianismo de los primeros siglos, y la pugna que tuvo lugar entre las distintas corrientes de pensamiento hasta que, finalmente, salió victorioso el cristianismo "oficial", que trajo de la mano su correpondiente canon de las Escrituras. A partir de ahí el resto de cristianismos pasaron a ser una larga lista de "herejías", los "perdedores".
La tesis de su último libro es que los copistas que se encargaron de transmitir los manuscritos griegos del Nuevo Testamento estaban inmersos en el fragor de esas disputas, con lo que su labor no se limitó meramente a copiar los evangelios, las cartas, etc. de una manera aséptica, sino que llegaron a plasmar sus propias creencias y prejuicios en los textos que transcribían. De tal manera, que lo que podemos leer actualmente en el Nuevo Testamento está más cerca de los intereses y preocupaciones de los copistas que de lo que fueron realmente las palabras y enseñanzas de Jesús o los escritos del apóstol Pablo para las iglesias por él fundadas.
Ahora bien, lo que me ha llamado la atención no es eso, sino el hecho de que el autor haya dedicado la primera parte de la entrevista a explicar su propia experiencia espiritual. Según cuenta, se convirtió sobre los dieciséis años en una reunión de jóvenes cristianos y pasó bastantes años como muchos cristianos evangélicos "ultraconservadores" nacidos de nuevo. Sin embargo, como consecuencia de su contacto con el texto griego del Nuevo Testamento y de sus estudios bíblico-teológicos, fue adoptando una postura cada vez más "liberal". Se dio cuenta, sigue diciendo Bart, que el texto bíblico era muy humano, y que ya no podía sostener los conceptos tradicionales de inspiración, infalibilidad, palabra de Dios, etc. Tanto es así, que actualmente se define a sí mismo como un "agnóstico feliz" (en sus propias palabras).
Tal vez esta circunstancia sirva para afianzar aún más la postura que mantienen aún hoy muchos cristianos, según la cual el estudio académico de las Escrituras es "peligroso" para la fe. Craso error, desde luego, pero para gustos, los colores... Lo que sí es cierto es que él enseña la Biblia en una universidad no confesional, y lo hace desde un punto de vista histórico. Según dice, muchos de sus estudiantes son creyentes evangélicos, lo cual no obsta para que acudan a sus clases. Bart Ehrman sabe perfectamente que desde el punto de vista estrictamente académico tan errónea es la predisposición favorable a la fe que se basa en los textos bíblicos como la postura contaria. De lo que se trata es de dar a conocer los hechos, y de que la gente interprete esos hechos a la luz de sus propias convicciones (sean del tipo que sean).
En fin, que Ehrman ha pasado de creyente feliz a agnóstico feliz. Otros han recorrido el mismo camino, sólo que en sentido inverso, y también los hay que se encuentran hoy exactamente en el mismo lugar en que empezaron.
Creo que el tema daría para muchas consideraciones en torno a la relación entre el conocimiento y la fe, el papel y enfoque de los estudios bíblico-teológicos, y otras muchas cosas, pero debo concluir. De todos modos, este debate probablemente esté muy lejos de nuestra situación particular. Aquí en España ni siquiera existen los estudios bíblicos de nivel universitario en las universidades públicas. Lo más parecido son algunos cursos sobre aspectos literarios, lingüísticos o históricos del Antiguo o Nuevo Testamento en filología semítica, historia antigua, filosofía o algo por el estilo. Nos queda mucho camino por andar antes de que los estudiantes españoles puedan estudiar el problema sinóptico o la teología de Pablo en la Complutense de Madrid o la Universidad de Sevilla. Parece mentira que en un país que ha sido aparentemente tan religioso como el nuestro exista un desconocimiento tan grande de todo lo relativo a las raíces judeocristianas de nuestra sociedad. Al menos Bart Ehrman es un "agnóstico ilustrado", pero la mayoría de personas que se encuentra uno por estos pagos no pasan de ser "analfabetos funcionales" en lo que concierne a cualquier cuestión bíblica o religiosa. ¡Y así nos va!
PD. Aquí pongo un segundo enlace a una entrevista que le hicieron a Bart Ehrman sobre el mismo tema en otra emisora.
El Dr. Ehrman, muy conocido en el mundo académico, es profesor en el Departamento de Estudios Religiosos de la Universidad de Carolina del Norte, en Chapel Hill (EE.UU.). En sus trabajos y conferencias siempre suele enfatizar la gran diversidad que existía en el cristianismo de los primeros siglos, y la pugna que tuvo lugar entre las distintas corrientes de pensamiento hasta que, finalmente, salió victorioso el cristianismo "oficial", que trajo de la mano su correpondiente canon de las Escrituras. A partir de ahí el resto de cristianismos pasaron a ser una larga lista de "herejías", los "perdedores".
La tesis de su último libro es que los copistas que se encargaron de transmitir los manuscritos griegos del Nuevo Testamento estaban inmersos en el fragor de esas disputas, con lo que su labor no se limitó meramente a copiar los evangelios, las cartas, etc. de una manera aséptica, sino que llegaron a plasmar sus propias creencias y prejuicios en los textos que transcribían. De tal manera, que lo que podemos leer actualmente en el Nuevo Testamento está más cerca de los intereses y preocupaciones de los copistas que de lo que fueron realmente las palabras y enseñanzas de Jesús o los escritos del apóstol Pablo para las iglesias por él fundadas.
Ahora bien, lo que me ha llamado la atención no es eso, sino el hecho de que el autor haya dedicado la primera parte de la entrevista a explicar su propia experiencia espiritual. Según cuenta, se convirtió sobre los dieciséis años en una reunión de jóvenes cristianos y pasó bastantes años como muchos cristianos evangélicos "ultraconservadores" nacidos de nuevo. Sin embargo, como consecuencia de su contacto con el texto griego del Nuevo Testamento y de sus estudios bíblico-teológicos, fue adoptando una postura cada vez más "liberal". Se dio cuenta, sigue diciendo Bart, que el texto bíblico era muy humano, y que ya no podía sostener los conceptos tradicionales de inspiración, infalibilidad, palabra de Dios, etc. Tanto es así, que actualmente se define a sí mismo como un "agnóstico feliz" (en sus propias palabras).
Tal vez esta circunstancia sirva para afianzar aún más la postura que mantienen aún hoy muchos cristianos, según la cual el estudio académico de las Escrituras es "peligroso" para la fe. Craso error, desde luego, pero para gustos, los colores... Lo que sí es cierto es que él enseña la Biblia en una universidad no confesional, y lo hace desde un punto de vista histórico. Según dice, muchos de sus estudiantes son creyentes evangélicos, lo cual no obsta para que acudan a sus clases. Bart Ehrman sabe perfectamente que desde el punto de vista estrictamente académico tan errónea es la predisposición favorable a la fe que se basa en los textos bíblicos como la postura contaria. De lo que se trata es de dar a conocer los hechos, y de que la gente interprete esos hechos a la luz de sus propias convicciones (sean del tipo que sean).
En fin, que Ehrman ha pasado de creyente feliz a agnóstico feliz. Otros han recorrido el mismo camino, sólo que en sentido inverso, y también los hay que se encuentran hoy exactamente en el mismo lugar en que empezaron.
Creo que el tema daría para muchas consideraciones en torno a la relación entre el conocimiento y la fe, el papel y enfoque de los estudios bíblico-teológicos, y otras muchas cosas, pero debo concluir. De todos modos, este debate probablemente esté muy lejos de nuestra situación particular. Aquí en España ni siquiera existen los estudios bíblicos de nivel universitario en las universidades públicas. Lo más parecido son algunos cursos sobre aspectos literarios, lingüísticos o históricos del Antiguo o Nuevo Testamento en filología semítica, historia antigua, filosofía o algo por el estilo. Nos queda mucho camino por andar antes de que los estudiantes españoles puedan estudiar el problema sinóptico o la teología de Pablo en la Complutense de Madrid o la Universidad de Sevilla. Parece mentira que en un país que ha sido aparentemente tan religioso como el nuestro exista un desconocimiento tan grande de todo lo relativo a las raíces judeocristianas de nuestra sociedad. Al menos Bart Ehrman es un "agnóstico ilustrado", pero la mayoría de personas que se encuentra uno por estos pagos no pasan de ser "analfabetos funcionales" en lo que concierne a cualquier cuestión bíblica o religiosa. ¡Y así nos va!
PD. Aquí pongo un segundo enlace a una entrevista que le hicieron a Bart Ehrman sobre el mismo tema en otra emisora.
Comentarios anónimos desactivados
09/12/05 15:39 Archivado en: Varios
Como parece que las insinuaciones y recomendaciones no son suficiente, desde ahora no se pueden hacer comentarios de forma anónima. Si alguien quiere aportar algo, tendrá que hacerlo dando a conocer su identidad, exactamente igual que lo hago yo. Esto es lo que hay. Gracias.
El limbo no existe
¡A buenas horas, mangas verdes! Ahora resulta que teólogos católicos le piden al nuevo Papa que certifique la desaparición del limbo, ese lugar a donde supuestamente iban los niños pequeños que morían sin ser bautizados, según la tradición católica. Y digo yo, ¿no podrían haber leído la Biblia y se habrían enterado de que semejante lugar nunca ha existido? Y de paso que quiten también el purgatorio...