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El analfabetismo religioso

Siguiendo algunos enlaces (cosa muy típica en todas aquellas personas que navegamos habitualmente por Internet) he llegado hasta el artículo Worshiping in Ignorance. Su lectura me ha parecido interesantísima. Algunos párrafos son, simplemente, memorables. Por ejemplo, éste:
It is now commonplace in the United States to outsource computer programming and customer-service work to developing nations. But democracy cannot be outsourced. To continue to defer to television's talkocracy on matters as important as the political theology of Islam, the biblical view of marriage, or what Jesus would do about the environment is to recuse ourselves from democracy itself. The alternative is to "get" religion — to cultivate in our college students basic literacy about the world's religions.
Evidentemente se trata de un contexto netamente estadounidense, pero mientras iba leyendo no he podido evitar pensar en el absoluto analfabetismo religioso que padecemos también en España. Aquí la miopía no nos deja ver más allá del debate sobre si la asignatura de Religión (la que sea, pero en el sentido confesional) debería impartirse o no en las escuelas. En realidad la cuestión no es esa, sino más bien cuándo seremos un país occidental normalizado y veremos como algo absolutamente natural que se den cursos de cultura religiosa (en un sentido amplio y no confesional) en nuestros centros de enseñanza. La religión, se quiera o no, es cultura, y futuros licenciados y profesionales no pueden considerarse personas cultas y formadas sin unos conocimientos mínimos (quizá debería escribir MÍNIMOS) en materia religiosa.

Sinceramente, aquellos periodistas, profesores o abogados españoles (entre otros) que llaman evangelistas a los evangélicos o se jactan de no saber nada sobre el protestantismo, o actúan de mala fe o son analfabetos religiosos, o las dos cosas a la vez...

David Alan Black

Admiro mucho a este biblista y autor norteamericano. Leer su blog me estimula e inspira, con independencia de que no siempre coincida con sus puntos de vista, claro está. De mayor me gustaría ser como él Winking

Este comentario sobre la esencia de lo que representa enseñar, publicado el pasado 14 de agosto me parece memorable:
Today begins our faculty workshop for the new school year. Thus I begin my 30th year of teaching. What have I learned in this time? That the essence and heart of teaching is shepherding (rather than research and writing and lecturing). That Christian education is likeness education (Luke 6:40). That students have legitimate rights: the right that their lectures be intrinsically interesting and inherently worthwhile; that the professor be available outside of class and be willing to care for them personally; the right to have their papers and other assignments returned in a timely fashion; to have their classes begin and end on time; the right to be treated with respect and dignity, even when the professor disagrees with them; to be taught not what to think but how to think biblically and logically. I've learned that my main task in teaching is not disseminating information but motivating students to be all that God is calling them to be; that all learning is self-learning (even in a lecture, we listen and remember selectively); that fill-in-the-blank and multiple guess tests are usually worthless; that students should want to come to class and not be required to do so; that collegiality among faculty is not an option but is essential to good teaching; that good administrators make all the difference in the world when it comes to academic effectiveness; and that the best legacy I can leave behind me are students who are fully committed to following the Lord Jesus in humble obedience to the teachings of His Word. How much of my teaching in the past 30 years has been wood, hay, and stubble? The Day will reveal it. But I imagine that a good deal of my work has been done in the "strength" of the flesh and has been tainted by my humanness. I know one thing for sure: If God has accomplished anything, it has been through an unworthy and weak vessel. So here's my prayer for this day of new beginnings:

Help me, Lord Jesus! Help me to have Thy mind this semester, help me to esteem others as more important than myself, help me to look out for the interests of others and not for my own selfish gains. Let me be nothing more than an earthen pot of clay in which the surpassing greatness of the power is Thine, and not mine. For Thy glory's sake, Amen.


Have a wonderful school year!
¡Ojalá todos los profesores de teología que he tenido y todos los biblistas y teólogos que he leído hubieran pensado de esta forma tan poco convencional! En cuanto a mí, procuraré aplicarme el cuento.

Blog recomendado

Mi Convivencia Teológica es la bitácora digital de David E. C. Ford, profesor en dos seminarios latinoamericanos. Pretende ser "El noticiario teológico y el punto de encuentro con la teología", y merece la pena seguirlo. Como la mayoría de "blogs", ofrece un servicio de subscripción que permite agregarlo a un lector como Bloglines, que es el que utilizo yo.

Bart Ehrman: el "agnóstico feliz"

Esta mañana he estado escuchando una reciente entrevista radiofónica (en inglés, claro estáWinking que le hicieron a Bart Ehrman, especialista en cristianismo primitivo y crítica textual, con motivo de su último libro, titulado "Misquoting Jesus" (algo así como "Tergiversando a Jesús"), y cuyo subtítulo es "La historia detrás de quiénes cambiaron el texto de la Biblia y por qué".

El Dr. Ehrman, muy conocido en el mundo académico, es profesor en el Departamento de Estudios Religiosos de la Universidad de Carolina del Norte, en Chapel Hill (EE.UU.). En sus trabajos y conferencias siempre suele enfatizar la gran diversidad que existía en el cristianismo de los primeros siglos, y la pugna que tuvo lugar entre las distintas corrientes de pensamiento hasta que, finalmente, salió victorioso el cristianismo "oficial", que trajo de la mano su correpondiente canon de las Escrituras. A partir de ahí el resto de cristianismos pasaron a ser una larga lista de "herejías", los "perdedores".

La tesis de su último libro es que los copistas que se encargaron de transmitir los manuscritos griegos del Nuevo Testamento estaban inmersos en el fragor de esas disputas, con lo que su labor no se limitó meramente a copiar los evangelios, las cartas, etc. de una manera aséptica, sino que llegaron a plasmar sus propias creencias y prejuicios en los textos que transcribían. De tal manera, que lo que podemos leer actualmente en el Nuevo Testamento está más cerca de los intereses y preocupaciones de los copistas que de lo que fueron realmente las palabras y enseñanzas de Jesús o los escritos del apóstol Pablo para las iglesias por él fundadas.

Ahora bien, lo que me ha llamado la atención no es eso, sino el hecho de que el autor haya dedicado la primera parte de la entrevista a explicar su propia experiencia espiritual. Según cuenta, se convirtió sobre los dieciséis años en una reunión de jóvenes cristianos y pasó bastantes años como muchos cristianos evangélicos "ultraconservadores" nacidos de nuevo. Sin embargo, como consecuencia de su contacto con el texto griego del Nuevo Testamento y de sus estudios bíblico-teológicos, fue adoptando una postura cada vez más "liberal". Se dio cuenta, sigue diciendo Bart, que el texto bíblico era muy humano, y que ya no podía sostener los conceptos tradicionales de inspiración, infalibilidad, palabra de Dios, etc. Tanto es así, que actualmente se define a sí mismo como un "agnóstico feliz" (en sus propias palabras).

Tal vez esta circunstancia sirva para afianzar aún más la postura que mantienen aún hoy muchos cristianos, según la cual el estudio académico de las Escrituras es "peligroso" para la fe. Craso error, desde luego, pero para gustos, los colores... Lo que sí es cierto es que él enseña la Biblia en una universidad no confesional, y lo hace desde un punto de vista histórico. Según dice, muchos de sus estudiantes son creyentes evangélicos, lo cual no obsta para que acudan a sus clases. Bart Ehrman sabe perfectamente que desde el punto de vista estrictamente académico tan errónea es la predisposición favorable a la fe que se basa en los textos bíblicos como la postura contaria. De lo que se trata es de dar a conocer los hechos, y de que la gente interprete esos hechos a la luz de sus propias convicciones (sean del tipo que sean).

En fin, que Ehrman ha pasado de creyente feliz a agnóstico feliz. Otros han recorrido el mismo camino, sólo que en sentido inverso, y también los hay que se encuentran hoy exactamente en el mismo lugar en que empezaron.

Creo que el tema daría para muchas consideraciones en torno a la relación entre el conocimiento y la fe, el papel y enfoque de los estudios bíblico-teológicos, y otras muchas cosas, pero debo concluir. De todos modos, este debate probablemente esté muy lejos de nuestra situación particular. Aquí en España ni siquiera existen los estudios bíblicos de nivel universitario en las universidades públicas. Lo más parecido son algunos cursos sobre aspectos literarios, lingüísticos o históricos del Antiguo o Nuevo Testamento en filología semítica, historia antigua, filosofía o algo por el estilo. Nos queda mucho camino por andar antes de que los estudiantes españoles puedan estudiar el problema sinóptico o la teología de Pablo en la Complutense de Madrid o la Universidad de Sevilla. Parece mentira que en un país que ha sido aparentemente tan religioso como el nuestro exista un desconocimiento tan grande de todo lo relativo a las raíces judeocristianas de nuestra sociedad. Al menos Bart Ehrman es un "agnóstico ilustrado", pero la mayoría de personas que se encuentra uno por estos pagos no pasan de ser "analfabetos funcionales" en lo que concierne a cualquier cuestión bíblica o religiosa. ¡Y así nos va!

PD. Aquí pongo un segundo
enlace a una entrevista que le hicieron a Bart Ehrman sobre el mismo tema en otra emisora.

Más sobre Ateneo Teológico

Al hilo de los comentarios claramente opuestos que recibió mi anterior anotación sobre esta institución, y tras haber podido visitar el foro en diversas ocasiones, sigo pensando lo siguiente:

1. No puedo opinar sobre la calidad académica de los estudios en línea porque esa información sólo está disponible para quienes se matriculan.

2. La línea de pensamiento que suele reflejarse en los artículos y comentarios contrasta con la visión "tradicional" y "oficial" que predomina en los ambientes evangélicos españoles (léase
Protestante Digital, Alianza Evangélica Española, etc.).

Me sorprende que un comunicante anónimo (¡y mira que dije que no se hicieran comentarios anónimos...!) hable de herejía con tanta facilidad. Es una cuestión en la que no voy a entrar ahora. A fin de cuentas, los responsables de
Ateneo Teológico pueden defenderse por sí mismos. Naturalmente que adoptan ciertas posturas y se expresan determinadas opiniones cuando menos discutibles, pero de ahí a empezar a tildar de herejes a quienes no piensan como uno (quien sea) cree que deberían hacerlo, hay un largo trecho.

Sinceramente creo que esto es una prueba evidente de la diversidad del fenómeno religioso evangélico en España. Parece obvio decir que hay una larga tradición conservadora en lo teológico y lo moral, que está muy arraigada y es mayoritaria. Por otro lado existe una corriente teológicamente más liberal, que lleva aparejada una perspectiva ética más dialogante con el entorno. Y como dicen que la virtud está en el término medio, creo que no sería malo ser más bíblicos y menos tradicionales. Por otro lado, dialogar con la sociedad en la que vivimos no puede significar claudicar ante lo políticamente correcto y renunciar a ser voz profética. Sin duda es un equilibrio difícil de alcanzar, pero pienso que merece la pena intentarlo.

Ateneo Teológico

Se trata de una iniciativa relativamente reciente que ofrece numerosas posibilidades. Uno, que ya es zorro viejo en esto y ha visto aparecer y desaparecer muchos proyectos repletos de buenas intenciones, no puede evitar encontrarse un tanto a la expectativa. En todo caso, aplaudo la iniciativa y confío en que las buenas maneras que apunta se conviertan pronto en hermosas realidades.

La verdad es que todavía no me he formado una opinión cabal sobre la calidad de la enseñanza online que se pretende impartir. Por de pronto encuentro bastante interesante la
revista online y los foros. En ambos casos es necesario registrarse gratuitamente antes de poder acceder a las páginas correspondientes. Por cierto, los cursos se desarrollarán a través de Moodle, un sistema de administración de cursos de probada valía y código abierto.

Prueba

Esta es una prueba sin mayor trascendencia.

Actualización (30 de agosto): Ahora he instalado Blogger para Word y publico estas líneas desde el procesador de textos.
ὁ θεὸς ἀγάπη ἐστίν.